No més complicitats amb Isrel

dilluns, 26 d’agost del 2013

Día 10: "No beban, tenemos que regar"



Hay una gran diferencia entre contar lo que ves y vivir lo que ves. Ya hemos contado que las familias del Valle del Jordán no tienen apenas acceso al agua, pero esta mañana lo hemos vivido en primera persona. Hemos amanecido con un corte del suministro de agua que nos ha impedido trabajar casi toda la jornada: no se puede hacer cemento si no se tiene agua. Esto no tendría mayor importancia si fuera un hecho aislado, pero para las familias que viven aquí es un drama diario.

Un par de compañeras del equipo han estado grabando lo que ocurría y se han acercado a unos cien metros del asentamiento de colonos situado frente a Fssail ALwasta, el pueblo donde nos encontramos. Estos asentamientos usan las tuberías de este pueblo, las tierras de este pueblo, los cultivos de este pueblo y los recursos de este pueblo bajo la tutela del gobierno israelí. Hoy era día de riego en el asentamiento colono… Las conclusiones han surgido solas. Los colonos de la zona usan agua robada con el apoyo de las leyes israelíes, y lo que ocurra a su alrededor apenas importa.

Quizás contar los problemas que tienen en el Valle del Jordán con el agua sea repetirse, pero es cierto que sobre eso gira su vida diaria. Y con lo poco que hemos podido experimentar hoy (problemas para construir sumados a problemas de higiene) no se acerca ni por asomo a lo que supone vivir muertos de sed. Quizás la experiencia que se nos ha impuesto hoy nos ha acercado más a una realidad aplastante, pero mañana nos vamos, y la sequía permanece.

Carlos y Arantza

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