Día 7: El sionismo.

Nuestro domingo empieza como un lunes normal en España. El viernes, día sagrado para los árabes, el sábado para los judíos, el domingo para la minoría cristiana y muchos cooperantes que trabajan según el horario de sus ONG europeas.

Llegamos a la obra a las 7.30 y la casa tiene ahora una forma muy definida. Los obreros han trabajado el sábado y han logrado acabar todas las paredes y los huecos para las ventanas ya estén en su sitio.

Hoy trabajamos más en contacto con los obreros y nos ha dado tiempo para interactuar más con los obreros: Ibrahim, uno de los nuevos,  nos invita a su boda en Hebron para el jueves que viene y los hijos de Atia, Dia y Mohammed pasan el día en la obra

La tarde esta reservada para encontrarnos con Jeff Halper, antropólogo y director de ICAHD, organización israelí que lucha contra la demolición de casas palestinas. El tema de la charla es el Sionismo, las razones que llevan los Judíos a identificarse como grupo nacional, o por lo menos como población a la que pertenece una tierra muy concreta, un territorio. De hecho el termino Judío viene de Judea, la tierra que este grupo habita hasta el 586 AC, año de la conquista de esa tierra por parte los babilonios y la dispersión de todos los ‘Judios’ por Babilonia. La ‘Babylonian captivity’ durará cincuenta años hasta que Ciro el Grande , después de ganar la guerra contra los Babilonios, permitiera a los Judios volver a su tierra, aunque la mayoría no quiso volver. Este momento representa una etapa fundamental de separación entre los que se consideran Judíos ‘nacionales’ y Judíos ‘de la diáspora’ cuya identidad no esta relacionada a un territorio concreto si no a una etnicidad común. Los últimos se definen entonces como ‘judíos’ babilonios. El tema todavía es mucho más complejo de lo que parece y Jeff nos lo explica comparándolo con el caso del pueblo gitano. Así como los Judíos de Babilonia siguen sintiendo un sentimiento nacional, el pueblo gitano es el único grupo cuya identidad constituye una nación dentro de otra nación, con la diferencia que en este caso no hay ninguna reclamación territorial.

Tras la revolución francesa y la creación de los estados/nación modernos, los pueblos europeos abrazan el nacionalismo (una nación, un estado) y el judaísmo no es una excepción (sionismo). Pero si el nacionalismo de la europa occidental se basó en la ciudadanía, el de la europa oriental, lugar de procedencia de la mayoría de judíos, se basó en la etnia. La situación actual es el producto de lo que Jeff llama nacionalismo ‘tribal’ que viene de los Judíos de Europa del Este donde por ejemplo Rusia pertenece a los rusos y un judío nunca podrá llegar a ser ruso. Este concepto de ‘etnocracia’ es lo que caracteriza Israel y no contempla el concepto de estado que pertenece a todos sus ciudadanos.

Esta claro como Israel tiene que reconsiderar este asunto como hizo Alemania, que se convirtió en un pais multicultural o Suráfrica en uno multiracial. El problema más grande es que casi todos los Judíos de Israel quieren que su estado sea judío y se justifican afirmando que, a pesar de haber intentado integrarse en los distintos países de los que procedían, el multiculturalismo se convirtió al final en el holocausto y lo que se merecen ahora es la total autodeterminación como pueblo judío en un estado propio.

Las preguntas llevan el discurso a las posibles soluciones,  las de uno o dos estados. Jeff en realidad excluye ambas y propones una modelo transnacional de unión económica que coincida con el antiguo Bilas ash-Sham (Greater Syria). Una federación económica permitiría superar el obstáculo de los estados naciones, permitiendo la autodeterminación como región. Este tipo de confederación facilitaría a cada pueblo mantener su identidad cultural y moverme libremente por todo el territorio. También el tema de los refugiados seria menos problemático en el momento en que todos los palestinos de los distintos países podrían moverse libremente por el territorio e incluso volver a territorio palestino.

Jeff reconoce que su propuesta tiene una gran carga utópica pero cree que el activismo debe ir acompañado de una visión para el futuro que pueda orientar nuestras luchas como sociedad civil.